Las empresas familiares enfrentan muchos desafíos, especialmente cuando se trata de tomar decisiones importantes relacionadas con la propiedad y la gestión de la empresa. Para abordar estos problemas, es fundamental establecer un Consejo Familiar, que es el máximo órgano de gobierno de la familia y tiene la tarea de analizar el papel que juega la familia con respecto a la empresa.
El Consejo Familiar tiene varias funciones importantes, que incluyen:
- Trazar el límite entre la familia y la empresa, y otorga la oportunidad a cada integrante de ser escuchados.
- Profesionalizar la toma de decisiones, evitando de este modo las reuniones informales.
- Impulsar el Protocolo Familiar y vela por aplicarlo y actualizarlo.
- Fijar la posición de la familia en lo que se refiere a los niveles de riesgo y deuda que está dispuesta a asumir.
- Explicar y transmite a las nuevas generaciones los valores y la visión de la familiar
- Profesionalizar la aportación familiar a la empresa.
- Ayudar a la resolución de conflictos.
Algunos cuestionan la utilidad del Consejo Familiar, pero si se forma correctamente y cumple cada una de sus funciones, será de gran ayuda para resolver problemas recurrentes en las empresas familiares. Para un buen funcionamiento del Consejo Familiar se recomienda que esté formado por los fundadores, las cabezas de las ramas familiares y tres personas ajenas a la familia y a la empresa con reconocida trayectoria.

En conclusión, establecer un consejo familiar es esencial para las empresas familiares. A través del consejo familiar, se pueden abordar cuestiones importantes de propiedad y gestión de la empresa, y se pueden establecer políticas y procedimientos efectivos para garantizar que la empresa sea exitosa a largo plazo.
Si eres parte de una empresa familiar, considera establecer un consejo familiar para garantizar que se aborden adecuadamente las cuestiones relacionadas con la propiedad y la gestión de la empresa.